Frase de Santiago Carrillo

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Lo cierto es que tengo ochenta y siete años y no noto que el tabaco me perjudique. Pero no recomiendo a nadie que fume.... - Santiago Carrillo

Lo cierto es que tengo ochenta y siete años y no noto que el tabaco me perjudique. Pero no recomiendo a nadie que fume.

Santiago Carrillo

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Explorar Frases

La cosa es ser como, seguro en lo que se es, que va más allá de las líneas de género y orientación sexual.

Adam Lambert

Todas las religiones son buenas; pero la capa no parece.

Clarín

Hay menos maneras de hacer el amor de lo que se dice, pero más de lo que se cree.

Colette

Aquel que gobierna por medio de su excelencia moral puede compararse a la estrella polar, que permanece en su sitio en tanto todas las demás estrellas se inclinan ante ella.

Confucio

La gente que me conoce me llama Elizabeth. No me gusta Liz.

Elizabeth Taylor

Las personas más crueles son siempre las sentimentales.

Ernest Hemingway

Si entendiera cómo es el mundo en realidad, sería mucho peor, porque sería consciente de lo poco que puede hacer por cambiarlo y de que la libertad que tiene no es más que una ilusión, creada para que se sienta de ese modo mientras solo dispone de unas pocas opciones calculadas para servir a otros intereses...

Fernando Trujillo Sanz

Uno es poderoso cuando lo que dice es apenas la punta del témpano de lo que sabe. Con sólo comunicarse, ya se sale adelante. Pero si uno se comunica con arte, puede lograr milagros.

Jim Rohn

La belleza es más fatalidad que la muerte.

Jorge Luis Borges

La felicidad también deja marcas. Pero pocas veces son indelebles.

José Narosky

Sólo a los burócratas se les puede ocurrir que establecer nuevas oficinas, decretos y aumento de empleados estatales pueden ser medidas positivas y beneficiosas.

Ludwig von Mises

Las mujeres distinguimos perfectamente cuándo un hombre nos mira con interés y cuándo, sin embargo, lo hace como el que ve un mueble.

María Dueñas

Lucha son mineros con cohetes y barricas, no batucadas cantando, ¡Un banquero se balanceaba!

Pablo Hasél

Jubilosos de abochornar el peligro a bofetadas de coraje, hubiéramos querido secundarlo con la claridad de una fanfarria y la estrepitosa alegría de un pandero, despertar a los hombres, para demostrar qué regocijo nos engrandece las almas cuando quebrantamos la ley y entramos sonriendo en el pecado.

Roberto Arlt

Se me chispoteó.

Roberto Gómez Bolaños