Frase de Severo Catalina

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Por muy poderosa que se vea el arma de la belleza, desgraciada la mujer que sólo a este recurso debe el triunfo alcanzado sobre un h... - Severo Catalina

Por muy poderosa que se vea el arma de la belleza, desgraciada la mujer que sólo a este recurso debe el triunfo alcanzado sobre un hombre.

Severo Catalina

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Lo malo nunca lo es de repente.

Alonso de Ercilla

Descubrí que todas las mujeres tienen, más o menos en secreto, un poco de Angélica.

Andrea Calogero Camilleri

Cuanto más larga es la hierba, mejor se corta de arriba hacia abajo.

Atila

Sólo estamos la cocina y yo. Pero creo que es mejor que pensar que en este mundo estoy yo sola.

Banana Yoshimoto

El más grande fruto de la justicia es la serenidad del alma.

Epicuro

¡Quiero escapar indemne del infierno que arde en la trama de tus besos sabios!

Ernestina de Champourcín

Creo que existen terroristas vestidos de civil y de corbata, pero los están cogiendo presos y casi todos son amigos del Presidente Uribe.

Gustavo Petro

Nada tienes que temer, al mal tiempo buena cara, la Constitución te ampara, la justicia te defiende, la policía te guarda, el sindicato te apoya, el sistema te respalda.

Joan Manuel Serrat

No busquéis como único compañero a un amigo fiel, porque os expondríais a caminar solos toda vuestra vida.

Joaquín Bartrina

Me preguntaba a mí mismo si los Dioses le habrían puesto alma a estas criaturas que me estaban ayudando sin pedir nada a cambio.

Luis Celaá Morales

Ni en la antropofagia - primera práctica del género humano- ni en la esclavitud se encuentra rasgo alguno de principios divinos.

Mijaíl Bakunin

El hombre es un animal racional que siempre pierde su temperamento cuando ha de actuar de acuerdo con los dictados de la razón.

Orson Welles

Todas las mañanas, a eso de las siete, se repite esta misma escena ante mis ojos llenos de sueño: la pelada del profesor López Aguirre me anuncia que debo levantarme. He decidido perdonarlo porque ya me llama campeón.

Oscar Bonavena

Entonces quien escucha deja de ser el mismo hombre y se desordena verdaderamente en pensamientos.

Pascal Quignard

La tortuga puede hablar más del camino que la liebre.

Yibrán Jalil Yibrán