Frase de Terry Pratchett

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Recuerda siempre que la multitud que aplaude tu coronación es la misma que aplaudirá tu decapitación. A la gente le gustan los espec... - Terry Pratchett

Recuerda siempre que la multitud que aplaude tu coronación es la misma que aplaudirá tu decapitación. A la gente le gustan los espectáculos.

Terry Pratchett

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La justicia es el fin del gobierno.

Alexander Hamilton

Una necedad, aunque la repitan millones de bocas, no dejan de ser una necedad.

Anatole France

Los bancos son un poco como las pastillas de caldo: nos cuecen y se enriquecen.

Andreu Buenafuente

Nuestras gentes son como las lagartijas, van tomando el color de la tierra, se meten a las chozas de donde salieron, vuelven a vestirse de peones y vuelven a esperar la hora de seguir peleando, aunque sea dentro de cien años.

Carlos Fuentes

La mente requiere alguna relajación, ya que no puede ser siempre su inclinación hacia la preocupación y la faena.

David Hume

Un ser privado de la función de lo irreal es un neurótico igual que el ser privado de la función de lo real.

Gaston Bachelard

No veo por qué tenemos esperar y permitir que un país se vuelva comunista debido a la irresponsabilidad de su proprio pueblo. Los temas son demasiado importantes para los votantes chilenos como para que decidan por sí mismos.

Henry Kissinger

El mayor bien para el mayor número.

Jeremy Bentham

Un soñador vive eternamente; un pensador muere en un día.

John Boyle O'Reilly

Los viajes tienen ese poder mágico sobre el tiempo y la razón, al obligarte a romper con las costumbres y los miedos que, sin darnos cuenta, se han vuelto gruesas cadenas.

Matilde Asensi

Si encontramos al tatuador encontraremos a los atracadores. Es obvio.

Michael Caine

¿Mi secreto? Ser serio, no mentirles, el trabajo.

Néstor Gorosito

La calma absoluta no es la ley del océano. Lo mismo ocurre en el océano de la vida.

Paulo Coelho

No hizo naturaleza cosa dificultosa de las que al hombre son necesarias.

Séneca

Para un hombre, al menos si es prudente, no es nada vergonzoso ni aprender mucho ni no mostrarse en exceso intransigente.

Sófocles