Frase de Thomas Browne

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Doy limosna no para satisfacer el hambre de mi hermano, sino para cumplir y observar la voluntad y el mandamiento de mi Señor.... - Thomas Browne

Doy limosna no para satisfacer el hambre de mi hermano, sino para cumplir y observar la voluntad y el mandamiento de mi Señor.

Thomas Browne

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Explorar Frases

No podemos estar pendientes de enfrentamientos absurdos entre la clase política, los ciudadanos quieren oír hablar de hipotecas, de autovías, de vivienda.

Albert Rivera

Soledad, sólo tú no me has envilecido.

Goethe

Mejor ser envidiado que provocar piedad.

Heródoto

A veces resulta imposible lo más decisivo, lo que más nos ha afectado, y guardar silencio es lo único que nos salva en lo malo, porque las explicaciones suenan casi siempre algo tontas respecto al daño que uno hace o le han hecho.

Javier Marías

Un artista es un hombre que tiene el poder de comunicar su espíritu en claros y oscuros a un trozo de papel y venderlo después a penique y medio el ejemplar.

John Locke

Ningún pueblo se ha levantado de su postración maldiciendo los días lejanos y grandes de su historia...

Juan Vázquez de Mella

Un poco de disimulo es el único vínculo sólido entre los hombres.

Karel Capek

Una rama en el fondo de un pozo dice: el cielo no es mayor que la boca del pozo. Esto no es cierto, porque el cielo no es del tamaño de la boca de un pozo. Estaría en lo cierto si afirmase que una parte del cielo es del tamaño de la boca del pozo, porque ello corresponde a la realidad.

Mao Zedong

El poder es esencialmente negativo. En cualquier lugar que se lo ejerza, de cualquier modo que se lo ejerza este ejercicio será inexorablemente malo, destructivo y perjudicial.

Michel Onfray

Le aventaron en los ojos gas lagrimógeno.

Ninel Conde

Se entra en música como se entra en religión.

Pablo Casals

El silencio es retórica de amantes.

Pedro Calderón de la Barca

Prefiero el bastón de la experiencia que el carro rápido de la fortuna. El filósofo viaja a pie.

Pitágoras

Hay bajezas que son demasiado bajas incluso para un hombre; sólo la mujer, la dulce mujer, puede arriesgarse a cometerlas.

William Makepeace Thackeray

La dulce piedad es el símbolo de la verdadera grandeza.

William Shakespeare