Frase de Thomas Fuller

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Hay tres cosas que es indiscreto manifestar: el ingenio en presencia de todos, la riqueza delante de los pobres y la alegría frente a... - Thomas Fuller

Hay tres cosas que es indiscreto manifestar: el ingenio en presencia de todos, la riqueza delante de los pobres y la alegría frente a los que lloran.

Thomas Fuller

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No tiene sentido extrañar las cosas que no estan. Sólo lo que está es lo que hace falta, si algo no esta no sirve de nada.

Anónimo

Iba por ahí, con las manos metidas en los bolsillos rotos; hasta tal punto mi gabán se volvía ideal...

Arthur Rimbaud

... cada uno individualmente leyera y releyera de continuo y con suma atención el Libro de la ley...

Baruch Spinoza

Si algo es verdad, es verdad y si no lo es, no lo es, si es verdad debes creerlo y si no, no debes creerlo; y bueno, si no sabes si es verdad o no, deberías posponer tu opinión.

Bertrand Russell

Si pudiéramos ver el milagro de una sola flor claramente, nuestra vida entera cambiaría.

Buda Gautama

Si no apareces en todo el día, todos piensan que estás perezoso o muerto.

Frank O'Hara

El terror es, en su mayor parte, inútiles crueldades cometidas por miedo.

Friedrich Engels

La golfa de Marina huele a pescado.

Jesús Gil y Gil

No sé nada de mi corazón, no sé si se detuvo en mi pecho o vaga alrededor de vos.

Juan Gelman

Cuando has experimentado los sacramentos, te das cuenta de la majestuosidad y el poder de la religión.

Louis Braille

No podemos hacer una tortilla sin romper los huevos.

Maximilien Robespierre

En la vida hay que probar de todo excepto dos cosas: el incesto y la danza folclórica.

Thomas Beecham

Aquella peculiar sensación, como soñada y también como de pesadilla de que todo se mueve y no se mueve nada, de cambiante permanencia que no es sino un constante volver a empezar y una vertiginosa monotonía.

Thomas Mann

La biografía es quizás, la más interesante rama de la composición.

Walter Scott

Anoche inventé un nuevo placer, y cuando lo iba a disfrutar por vez primera, llegaron violentamente a mi casa un ángel y un demonio. Entraron en mi puerta y disputaron acerca de mi nuevo placer. Uno gritaba: ¡Es un pecado! Y el otro decía: ¡Es una virtud!

Yibrán Jalil Yibrán