Frase de Tom Jobim

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Dediqué mi vida a la música brasilera, debido a que hay franceses para escribir música francesa, americanos para escribir música americana... - Tom Jobim

Dediqué mi vida a la música brasilera, debido a que hay franceses para escribir música francesa, americanos para escribir música americana.

Tom Jobim

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Explorar Frases

Ni (hay) ofensa que se haya hecho, que a tiempos no resucite.

Alonso de Barros

Nunca tienes tiempo suficiente para hacer toda la nada que quieres.

Bill Watterson

Una locura que me exalta, vale por una verdad que me abate.

Christoph Martin Wieland

En todo fracaso se oculta la semilla de un éxito.

Deepak Chopra

La única manera de obtener la felicidad es buscar la de los demás, no la propia.

Eduardo Punset

Piensa muy despacio lo que debes decir o hacer.

Jerónimo Usera

Lamentablemente he aprendido la dolorosa frase que dice: habla mal que algo queda. Hay gente que se pone contenta de que se hable mal de mí porque están esperando que yo caiga para poder ocupar el espacio que yo tengo.

Jorge Bucay

La imagen del tiempo transcurrido se refleja en mi memoria.

Marguerite Yourcenar

Mientras hablaba, los ojos se le cargaron de deliciosa languidez; el pecho se le agitaba. Lo estrechó ardientemente en los brazos, lo atrajo hacia sí y pegó los labios a los de él. Ambrosio volvió a sentir el deseo.

Matthew Gregory Lewis

No se puede juzgar el espíritu de un siglo exclusivamente por sus ideas, sus conceptos teóricos, sin tomar en consideración el arte y particularmente la novela.

Milan Kundera

Un día alguien tendrá que decir basta. Un día alguien tendrá que decir se acabó.

Pete Postlethwaite

Cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta; mas cuando el hombre canta, Dios lo ama.

Rabindranath Tagore

Tengo yo un fielamigo; me quiere tanto, que el bendito me empuja si me resbalo.

Ventura Ruiz Aguilera

Es un privilegio del hombre sentir culpa, y una responsabilidad el superarla.

Viktor Frankl

Un sentimental puede ser una perfecta bestia en sus ratos libres. Una persona sensible no será nunca cruel.

Vladimir Nabokov