Frase de William Burroughs

← Anterior Siguiente →
Desperté de la enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un hígado a... - William Burroughs

Desperté de la enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un hígado algo resentido y ese aspecto de llevar la carne de prestado que tienen todos los que sobreviven a la enfermedad...

William Burroughs

Todas las frases de William Burroughs →

Explorar Frases

Mejor aplicar el llanto siempre que sea posible, como la medicina antigua aplicaba la sangría.

Alejandro Casona

El que quiera comer lomo que lo pague 80 pesos el kilo.

Alfredo de Angeli

El público es más inteligente de lo que él mismo cree, pero no hay que decírselo, porque si no se vuelve aún más impertinente de lo que es de por sí.

Arthur Schnitzler

La base fundamental del método anarquista es la libertad, y por lo tanto, luchamos y lucharemos contra todo lo que viole la libertad, cualquiera sea el régimen dominante: monarquía, república u otros.

Errico Malatesta

Lo que el hombre es realmente, tiene que serlo idealmente.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Sobre las rosas se puede filosofar, tratándose de patatas hay que comer.

Goethe

El perro fue creado especialmente para los niños. Él es un dios de la diversión.

Henry Ward Beecher

Es muy difícil hacer bella la felicidad. Una felicidad que sólo es ausencia de desdicha es cosa fea.

Jean Cocteau

Un hombre no puede actuar con acierto en un nivel de su vida si está ocupado actuando desacertadamente en otro. La vida es un todo indivisible.

Mahatma Gandhi

En Estonia había muchas chicas simpáticas pero no he sido capaz ni de clavar un clavo.

Marco Simoncelli

No debo nada ni aspiro a lujos, porque el mayor de ellos es tener la conciencia tranquila.

Miguel Ángel Revilla

Nuestras doctrinas no suelen ser sino la justificación a posteriori de nuestra conducta, o el modo como tratamos de explicárnosla para nosotros mismos.

Miguel de Unamuno

Yo era pobre, me despreciaban. Demostré algún ingenio. Una mujer bonita y un poco de fortuna...

Pierre-Augustin de Beaumarchais

La subjetividad de Freud tiene desde luego un carácter peculiar pues, al expresarse en lo personal, penetra en lo supra personal. Son siempre observaciones hechas desde otras riberas.

Theodor Reik

Las medidas templadas, que equivalen a remedios prudentes, son hartamente nocivas cuando el mal es violento.

William Shakespeare