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Usted habla como alguien que se alimenta de poesía.
Edward Bulwer-Lytton
Remordimiento es el eco de la pérdida de una virtud.
Ama las rosas, pero déjalas en su tallo.
La ambición no siente ningún riesgo.
El amor es la ocupación de los ociosos y el ocio de los ocupados.
Es muy probable que nadie aprenda nada en absoluto, a menos que primero aprenda humildad.
En un hombre honrado hay un fuerte baluarte.
En ciencia, leer preferentemente los trabajos más recientes; en literatura, los más antiguos. Los clásicos son siempre modernos.
El destino se ríe de las probabilidades.
Bajo el control de grandes hombres.
Mientras haya libros no existe el pasado.
Era una oscura y tormentosa noche...
Que sea joya o juguete, el premio no da la felicidad, sino la aspiración de ganar el premio.
Dichoso el que no ha conocido nunca el sabor de la fama; el tenerla es un purgatorio; perderla, un infierno.
El tiempo es oro.
El hombre nunca es tan feliz como cuando da felicidad a otro.
El entusiasmo es el genio de la sinceridad y la verdad no logra victorias sin él.
Lo pasado, pasado. Hay un futuro para todos los hombres que se arrepienten y que tienen energía.
Si un rostro hermoso es una carta de recomendación, un buen corazón es una letra de crédito.
El que se sacrifica a sí mismo nunca yerra.
Todos somos instrumentos del cielo. Nuestro trabajo no es un designio sino un destino.
Los mejores no siempre son los más felices, pero los más felices suelen ser los mejores.
En el poder es característico la calma y la tranquilidad, que le da fortaleza.
El amor es la actividad del ocioso y el ocio del hombre activo.
Perseguir al todopoderoso dólar.
El genio hace lo que debe y el talento lo que puede.
Bajo el imperio de los grandes hombres, la pluma es más poderosa que la espada.
Nuestras glorias flotan entre el cielo y la tierra.
El remordimiento es el eco de una virtud perdida.
Una reforma es una corrección de abusos; una revolución es una transferencia de poder.
En la vida como en el arte, la belleza se mueve en las curvas.
El talento hace lo que puede, el genio hace lo que debe.
Es difícil decir quién nos hace en la vida más daño, si nuestros enemigos con su peor intención, o nuestros amigos con la mejor.
El humor es el resplandor de la mente.
La magia de la lengua es el hechizo más peligroso.
El arte y la ciencia tienen su punto de reunión en el método.
No es por el gris del cabello que se sabe la edad del corazón.
No hay hombre tan falto de amigos que no pueda encontrar alguno con sinceridad bastante para decirle alguna verdad desagradable.
La leyes mueren, los libros permanecen para siempre.
La persona más fácil de engañar es la que se engaña a sí misma.
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