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Alumbra el día de mañana con el de hoy.
Elizabeth Barrett Browning
¿Cómo te amo? Déjame contarte las maneras. Te amo con la profundidad, la anchura y la altura que mi alma puede alcanzar.
El demonio es más demoníaco cuanto más respetable.
Todo deseo es como una oración para Dios.
¡Cuántas calvas hay cubiertas con coronas!
Cuando una mujer confiesa su amor a un hombre, éste debe prestarle oídos, aunque, a su vez, no la ame.
Los niños usan de los puños hasta que alcanzan la edad en que pueden usar del cerebro.
Para Dios, todo deseo nuestro es como una oración.
La esperanza vieja es la más dura de perder.
Yo hice con negligencia algunas cosas excelentes, y otras cosas malas las hice perfectamente. Unas y otras fueron alabadas, y estas últimas con estrépito.
¡Mírame! Merezco dignamente tu amor, ¡puesto que yo te amo!
Debes ser muy desgraciado para mostrarte tan cruel.
Os digo que la pena sin esperanza es pena sin pasión.
Comprendo el odio contra Dios; pero no que se niegue su existencia.
No midas el trabajo hasta que el día termine y la labor esté hecha.
El diablo es más diabólico cuando se muestra respetable.
No llaméis a nadie desgraciado hasta su muerte. No midáis la obra hasta que haya concluido el día y la labor haya terminado.
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