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Literatura: la más seductora, la más engañosa, la más peligrosa de las profesiones.
John Morley
Escribir cartas es la más deliciosa manera de perder el tiempo.
Nadie puede demostrar una emoción, o probar una aspiración.
La evolución no es una fuerza, sino un proceso; no una causa, sino una ley.
Por lo que se refiere a los grandes hombres, es siempre interesante conocer la impresión que han causado en las mujeres de su sociedad.
Donde el culto del sol es un mandamiento, es casi seguro que el examen de las leyes del calor es un crimen.
Cuando el menor de los hijos ya ha aprendido a no revolver la casa, llega el mayor de los nietos a dejarla como un asco.
Aquellos que tratan separadamente la política y la moral, nunca entenderán ni la una ni la otra.
No habéis convencido a un hombre por el hecho de haberlo reducido al silencio.
Nadie puede remontarse más allá de los límites de su propio carácter.
Cada uno de nosotros tiene sobre sí el peso de todos los siglos.
No porque hayas hecho enmudecer a una persona la has convencido.
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