Frase de Ambrose Bierce

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Médico: Alguien a quien lanzamos nuestras súplicas cuando estamos enfermos, y nuestros perros cuando nos hemos curado.... - Ambrose Bierce

Médico: Alguien a quien lanzamos nuestras súplicas cuando estamos enfermos, y nuestros perros cuando nos hemos curado.

Ambrose Bierce

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Explorar Frases

Las reglas del juego han cambiado: han llegado las descargas en Internet de la forma más intensa que podíamos imaginar, cada vez hay menos tiendas donde exhibir nuestros productos, también hay problemas de promoción, exhibición...

Ángeles González-Sinde

Los amigos ciertos son los probados en hechos.

Anónimo

El átomo atronará en el 45

Benjamín Solari Parravicini

Estar sano emocionalmente no significa depender de otros para ser feliz, sino del amor que uno se tiene a sí mismo en primer lugar.

Bernardo Stamateas

Soy 100% villero.

Carlos Tévez

El público es la diferencia, el que participa, y eso es lo que me ha mantenido, por lo que no me queda más que agradecer al público de México que me ha hecho el favor de permitirme hacer durante mi vida lo que me gusta para no tener que trabajar.

Chabelo

El amor es la actividad del ocioso y el ocio del hombre activo.

Edward Bulwer-Lytton

Las mejores cosas pasan por azar, porque así es la vida.

Ellen Lee DeGeneres

La juventud tiene derecho a equivocarse inpunemente.

José Ortega y Gasset

Dulzor de brisa. En el verde de mil colinas un templo aislado.

Masaoka Shiki

Toda creencia encarcela.

Robert Anton Wilson

Raza imbécil para el honor perdida; el que más la conoce, más la desprecia.

Robert Burns

Durante un segundo de lucidez tuve la certeza de que nos habíamos vuelto locos. Pero a ese segundo de lucidez se antepuso un supersegundo de superlucidez (si me permiten la expresión) en donde pensé que aquella escena era el resultado lógico de nuestras vidas absurdas.

Roberto Bolaño

Hubo una época en la que pasaba por las tiendas y sólo podía mirar, ahora compro todo lo que quise comprar un día y no pude.

Romário

No quiero nada para mí, todo lo quiero para Vizcaya (Bizkaia); ahora mismo, y no una sino cien veces, daría mi cuello a la cuchilla sin pretender ni la memoria de mi nombre si supiese que con ello habría de revivir mi Patria.

Sabino Arana