Frase de Aristóteles

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Ahora bien, si lo incorruptible y lo ingenerable no se implican mutuamente, no habrá ninguna necesidad de que lo ingenerable ni lo incor... - Aristóteles

Ahora bien, si lo incorruptible y lo ingenerable no se implican mutuamente, no habrá ninguna necesidad de que lo ingenerable ni lo incorruptible sean eternos.

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Mi holgazanería no me deja tiempo libre para nada.

Alphonse Allais

Los artistas que dicen que practican ocho horas diarias son unos mentirosos o unos asnos.

Andrés Segovia

Los cuervos afirman que un solo cuervo podría destruir los cielos. Incuestionable es la cosa, pero no prueba nada contra el cielo, porque cielo significa precisamente la imposibilidad de los cuervos.

Cada uno de nosotros ha recibido ciertamente de la naturaleza, de Dios, el derecho de defender su personalidad, su libertad y su propiedad ya que son esos los tres elementos esenciales requeridos para conservar la vida, elementos que se complementan el uno al otro, sin que pueda concebirse uno sin el otro.

Frédéric Bastiat

El hombre sigue siendo la mayor computadora.

John F. Kennedy

¡Fuerzas siempre en acción, actividad sin descanso, movimiento sin intervalos, agitación sin calma, pasiones sin melancolía, placeres sin tranquilidad! Eso es desterrar el sueño de la vida, caminar sin sentarse jamás, envejecer en pie y morir sin haber dormido nunca.

Tono blanco. El sol muere. Blancos difíciles, inpintables ¡Oh Claude Monet! Blancos de todos los colores.

Juan Ramón Jiménez

La mayoría de las mujeres no sienten la necesidad de ser amadas; les basta con ser preferidas.

Julie de Lespinasse

Muchas veces no sé exactamente cuál es la diferencia entre realidad y arte. Prefiero pensar que no la hay.

Juliette Binoche

La timidez excesiva es, con más frecuencia, fruto del orgullo que de la modestia.

Nunca los niños tuvieron tantos juguetes, y nunca se han mostrado tan aburridos, escépticos y desinteresados por los mismos.

María Jesús Álava Reyes

El poder de la confesión no yace en la persona que la hace sino en el Dios que la oye.

Todo lo que tengo que hacer es tratar de hacer lo mejor que puedo hacer.

Empecé a preguntarme de qué modo me sería posible encontrar la verdad.

La abundancia de las cosas consumidas indiscriminadamente se vuelve funesta. Hace imposible orientarse en ella, y así como en los monstruosos almacenes hay que buscarse un guía, también la población, ahogada en ofertas, espera al suyo.

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