Frase de Arthur C. Clarke

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Todos los exploradores están buscando algo que han perdido. Rara vez es que lo encuentra, y más raro todavía que el logro les trae... - Arthur C. Clarke

Todos los exploradores están buscando algo que han perdido. Rara vez es que lo encuentra, y más raro todavía que el logro les trae más felicidad que la búsqueda.

Arthur C. Clarke

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62.15% de todas las estadísticas no tienen importancia.

Anónimo

Nunca contiendas con quien nada tiene que perder.

Baltasar Gracián

Apuñalaría a Evie ahora mismo por teléfono.

Chuck Palahniuk

Recordemos que las críticas injustas son frecuentemente elojios disfrazados. Recordemos que nadie patea a un perro muerto.

Dale Carnegie

En una película todo está dado, nada se conquista, todo está masticado, la imagen, el sonido, los decorados, la música de fondo en el caso de que no se entendiera la intención del director...

Daniel Pennac

La voluntad es el asiento del poder; de ahí saca el hombre fuerzas para mandar y para obedecer.

Enrique Lacordaire

En el estudio no existe la saciedad.

Erasmo de Róterdam

A casi todo el mundo le place ir satisfaciendo sus pequeñas deudas de gratitud; muchos llegan a reconocer otras de mediana importancia; pero casi nadie hay que no se muestre ingrato hacia los grandes beneficios.

François de La Rochefoucauld

El que se retira a la soledad, muy pronto ¡ay! se encuentra solo. Todos los demás viven, aman y lo dejan entregado a sus sufrimientos.

Goethe

Contra Franco estábamos mejor.

Manuel Vázquez Montalbán

Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma.

Marcel Proust

La soledad: dulce ausencia de miradas.

Milan Kundera

Y tú, querida, por tu parte, qué cintura, qué aliento y qué elasticidad de gacela... Al despertar fue, en tus brazos, pero más aguda y más perfecta, ¡Exactamente la misma fiesta!

Paul Verlaine

El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.

Rabindranath Tagore

Los vicios de los grandes hombres son estimados como virtudes.

Shackerley Marmion