Frase de Carlo Bini

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¿Cómo puedo imaginar una sociedad y mutua correspondencia de deberes sociales entre el hombre que gasta un millón al año y el hombre que... - Carlo Bini

¿Cómo puedo imaginar una sociedad y mutua correspondencia de deberes sociales entre el hombre que gasta un millón al año y el hombre que no tiene la seguridad de comer pan cada día, una mísera cantidad de pan amasado con hiel y lágrimas?

Carlo Bini

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Explorar Frases

Hay que ser buenos no para los demás, sino para estar en paz con nosotros mismos.

Achille Tournier

El enemigo del pueblo es enemigo de la ley.

Cleóbulo de Lindos

Una de las características únicas del cerebro humano es que solo puede hacer aquello que cree que es capaz de hacer.

Deepak Chopra

La sabiduría es una larga consecuencia.

Doménico Cieri Estrada

En lo trágico, el sentimiento de compasión, en virtud del cual se aprecia y comparte el sufrimiento, tiene que ser recubierto por muchos placeres estéticos incidentales si el efecto ha de ser bueno en conjunto.

George Santayana

¿Cómo poder dormir, mientras que tú tiritas en el rincón más triste de mi cuarto?

Jaime Gil de Biedma

Ramón Mendoza Fontela: el mandamal del pelo blanco.

José María García

Si siento depresión, cantaré. Si siento tristeza, reiré. Si me siento enfermo duplicaré mi trabajo. Si siento miedo seguiré adelante. Si me siento pobre pensaré en la riqueza. Si me siento insignificante recordaré mis metas.

Og Mandino

La política, como el bosque tropical, se alimenta de su propia basura.

Paul Carvel

La muerte es alguien que se retira de sí mismo y vuelve a nosotros. No hay más muertos que los llevados por los vivos.

Pío Baroja

Por dinero los maderos ahí van, detrás de mi, que intento ser feliz.

Roberto Iniesta

A veces el hombre más pobre deja a sus hijos la herencia más rica.

Ruth E. Renkel

De la igualdad de habilidades surge la igualdad de esperanzas en el logro de nuestros fines.

Thomas Hobbes

Sí, la tranquilidad es una cosa buena, pero de la misma familia que el tedio.

Voltaire

La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo.

Winston Churchill