Frase de Cesare Pavese

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He aquí la prueba de que todo en ti es orgullo. Ahora que has reconquistado el permiso de telefonearle y escribirle, no sólo no lo hac... - Cesare Pavese

He aquí la prueba de que todo en ti es orgullo. Ahora que has reconquistado el permiso de telefonearle y escribirle, no sólo no lo haces, sino que siquiera sientes la necesidad ardiente de hacerlo.

Cesare Pavese

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El fin de la creación literaria es iluminar el corazón de todos los hombres, en los que tienen de meramente humano.

Alfonso Reyes Ochoa

El mejor momento para ti y para mí no es cuando razonamos, sino cuando no lo hacemos.

Anaïs Nin

Ya veía en la vanguardia una escapatoria fácil, una evasión de los problemas reales, la palabra teatro absurdo me irritaba. La vida no era absurda, sino difícil, muy difícil solamente. No había nada que no requiriera unos esfuerzos inmensos, desproporcionados.

Arthur Adamov

Yo creo que no hay tiempo para nada; yo creo que si el tiempo sobra es porque, como es tan poco, no sabemos que hacer con él.

Camilo José Cela

Si juzgamos el amor por la mayor parte de sus defectos, se parece más al odio que a la amistad.

François de La Rochefoucauld

No encontré nunca un compañero más sociable que la soledad.

Henry David Thoreau

¿Qué es el pueblo sino un confuso rebaño, una turbamulta heterogénea, que exalta las cosas más vulgares?

John Milton

Amigos. Nadie más. El resto es selva.

Jorge Guillén

Yo fui un niño con asma inducido a creer que no conseguiría gran cosa en la vida.

Martin Scorsese

La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo.

Mel Gibson

La enfermedad puede ser un obstáculo para el cuerpo, pero no para la voluntad y la capacidad de emitir buenos pensamientos.

Norman Vincent Peale

La cuestión que todo el mundo parece olvidar es que todos esos informes originales que Gallo escribió sobre el VIH han probado ser fraudulentos. Bien, entonces, eso pone en cuestión la hipótesis del VIH al completo, ¿No?, la hipótesis está basada en esos papeles.

Peter Duesberg

En ese único levísimo movimiento, veo el fin de la esperanza, el principio de la destrucción de todo lo que quiero en el mundo. No puedo adivinar qué forma tomará mi castigo, qué amplitud abarcará la red, pero cuando termine, lo más probable es que ya no quede nada.

Suzanne Collins

Los hombres no pueden ser siempre justos, aunque así lo pretendan. Cuando oímos que alguien cometió un delito, el más justo de los hombres cristianos pronuncia interiormente esta humillante verdad: Todos somos capaces de lo mismo.

Vincenzo Gioberti

La gloria es la sombra de una pasión situada en la luz.

Yibrán Jalil Yibrán