El corazón puro es el corazón sencillo del niño, que nada sabe del bien y del mal.
Dietrich Bonhoeffer
Comunidad de psicología, reflejada en la comunidad de cultura, como uno de los rasgos característicos de la nación.
Iósif Stalin
En boca de Salvor Hardin, en su libro Fundación:
Isaac Asimov
Era una mujer de mediano entendimiento, información escasa y temperamento caprichoso.
Jane Austen
No pierdan de vista las profesoras que el principal libro debe ser la propia maestra.
Jerónimo Usera
Al no imponer responsabilidades a los adolescentes, estamos retrasando la maduración de sus lóbulos frontales.
José Antonio Marina
Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto.
José Bergamín
¿Y si sabes que te han golpeado pero no sabes ni quién ni cómo? - Pues no se deja piedra sobre piedra hasta que se averigua, claro.
Juan Gómez-Jurado
Ni el séquito de los príncipes guerreros ni el de los héroesrevolucionarios se preocupan para nada de las condiciones de una economía normal.
Max Weber
Desde el momento en que un hombre se presta a dar su libertad y su vida por su creencia es que sus sentimientos son sinceros.
Máximo Gorki
Mucho es la medida exacta.
Mucho Muchacho
La vida es cruel. Nacer, existir, desaparecer, siempre la cuestion de la muerte. Que sea la enfermedad, a consecuencia de un accidente o en la guerra no cambia nada. En cuanto a los que sufren por la guerra, pueden encontar un consuelo pensando que si se consiente su sacrificio es para asegurar el porvenir del pueblo del que forman parte.
Piedad Córdoba
La solución a los problemas de dinero no está en el dinero sino en una mentalidad diferente.
Raimon Samsó
Creo que la crisis ecológica traerá el fin del capitalismo.
Rudolf Bahro
Cuando hemos sobrepasado los cincuenta, nos parecemos viles y faltos de carácter, pensé, la cuestión es saber cuánto tiempo aguantaremos ese estado. Muchos se matan a los cincuenta y un años, pensé.
Thomas Bernhard
¡Qué vida ésta en que no faltan tribulaciones y miserias, en que hay emboscadas y enemigos por doquier!
Tomás de Kempis
