Frase de Eugène Scribe

La calumnia está en todas partes; el calumniador no está en ninguna.... - Eugène Scribe

La calumnia está en todas partes; el calumniador no está en ninguna.

Eugène Scribe

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Explorar Frases

Esforzaos en mantener las apariencias, que el mundo os dará crédito para todo lo demás.

Charles Churchill

Prefiero que Hannibal Lecter se coma mis testículos antes de volver a salir de gira con Mötley Crüe.

Dave Mustaine

Raras veces nos, equivocaremos al imputar los actos supremos a la vanidad, los mediocres a la costumbre y los inferiores a la timidez.

Friedrich Nietzsche

La gran masa de los hombres lleva una vida de descorazonamiento tranquilo. Lo que llamamos resignación no es más que una bien confirmada desesperación... Una desesperación estereotipada, aunque inconsciente, se oculta aun bajo los juegos y diversiones de la humanidad.

Henry David Thoreau

Precios y beneficios libres elevarán al máximo la producción y remediarán la escasez con mayor rapidez que ningún otro sistema. Los precios y beneficios arbitrariamente fijados sólo pueden prolongar la escasez y reducir no sólo la producción, sino también el número de empleos.

Henry Hazlitt

Chavales, tenemos un rincón en las catedrales, un hueco en los portales, consonantes y vocales.

Lírico

Sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene a ser protegida por el hombre contra la crueldad del hombre.

Mahatma Gandhi

No se cura al enfermo colocándole bajo su almohada un libro de terapéutica o cirugía, sino propinándole drogas o ejecutándole operaciones quirúrgicas.

Manuel González Prada

Una y otra vez yo pregunto cómo de alta la nieve es.

Masaoka Shiki

¡Tras los azotes se levantan, más poderosos que ellos, nuestra audacia y nuestra obstinada libertad!

Max Stirner

De pequeño decías gu-gu-ga-ga, yo decía gu-gu-lag para bitches como Lady Gaga.

Pablo Hasél

Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como.

Proverbio

Puede que no sea tan malo estar conmigo.

Ricardo Arjona

El presidente Snow solía... venderme..., vender mi cuerpo, quiero decir -empieza con voz monótona y distante-. Y no fui el único. Si pensaban que un vencedor era deseable, el presidente lo ofrecía como recompensa o permitía que lo comprasen por una cantidad de dinero exorbitante. Si te negabas, mataba a algún ser querido. Así que lo hacías.

Suzanne Collins

La democracia no es más que el gobierno de las masas, donde un 51% de la gente puede lanzar por la borda los derechos del otro 49%

Thomas Jefferson