Frase de Friedrich Nietzsche

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Y muchas veces uno sólo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo... - Friedrich Nietzsche

Y muchas veces uno sólo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo, para disimular que es atacable.

Friedrich Nietzsche

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Algunos films son trozos de vida. Los míos son trozos de pastel.

Alfred Hitchcock

La historia se escribe con letras muy retorcidas.

Antonio de Senillosa

No dejes pasar más tiempo, ¡ya atrévete!

Barry White

La multitud no disimula, ni perdona, ni compadece.

Diego de Saavedra Fajardo

Podrán destrozar mi corazón, pero no mis negocios.

Donald Trump

Las victorias tienen muchos padres y las derrotas solo uno y soy yo.

José Mourinho

El objeto supremo de la educación debe ser el de formar un espíritu que pueda estar a la altura de cualquier ocasión.

Joshua Reynolds

Sorprenderse totalmente en el momento de la muerte es una manera de estar totalmente despierto.

Lawrence Durrell

Dada la inclinación general de los hombres al abuso del poder, todo gobierno es malo y toda autoridad quiere decir tiranía, como toda ley se traduce por la sanción de los abusos inveterados. Al combatir formas de gobierno, autoridades y leyes, al erigirse en disolvente de la fuerza política, el libertario allana el camino de la revolución.

Manuel González Prada

A los pocos meses de reinar los Borbones, os han convencido de que no han olvidado nada y que no han aprendido nada.

Marlene Dietrich

Poco importa si haces reír o llorar mientras produzcas una emoción, ¿no?

Mathias Malzieu

La gente de aquí no sabe que existe un mundo afuera. Bien podrían estar viviendo en la luna.

Matthew McConaughey

La pobreza iguala las diferencias sociales.

Pedro Muñoz Seca

Los padres deben ser los primeros amigos de los hijos.

Pío XII

El mayor peligro de la creciente amenaza era que los buenos hombres cometían el suicidio intelectual y lo llamaban paz. Los buenos hombres se rendían al miedo y lo llamaban respeto.

Salman Rushdie