Frase de Giovanni Papini

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Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya... - Giovanni Papini

Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito.

Giovanni Papini

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Construir artísticamente es una síntesis de la vida en forma material. Debemos tratar de poner todo bajo el mismo sombrero.

Alvar Aalto

Ellos todavía saben lo que nosotros hemos olvidado.

Artur Balder

Lo que más odio de la banca es que reduce a la gente a cifras.

Brad Pitt

La función primaria de la comunicación escrita es facilitar el sometimiento.

Claude Lévi-Strauss

Mi facultad de decepción sobrepasa el entendimiento. Ella es quien me hace comprender a Buda, pero también es ella quien me impide seguirlo.

Emil Cioran

Con lucha ha habido que conquistar todo avance en la verdad...

Friedrich Nietzsche

La vida de un lisiado consiste en ver hacer a los demás lo que él no puede hacer, lo cual no era la peor opción para un futuro novelista.

John Irving

Todos los caminos me llevan al infierno. Pero ¡si el infierno soy yo! ¡Si por profundo que sea su abismo, tengo dentro de mí otro más horrible!

John Milton

Serás lo que debas ser, si no no serás nada.

José de San Martín

Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.

José Martí

Las palabras eran comunes, pero ¡El tono! ¡Y la sonrisa que las acompañó! Ana sintió que su corazón latía de un modo extraño.

Lucy Montgomery

Yo no seré el presidente que hable de la República, de Franco o de Leovigildo. Eso se lo dejo a él.

Mariano Rajoy

Recuerden, seremos nosotros los niños de hoy quienes haremos del mundo futuro un lugar mejor y más feliz.

Michael Jackson

Veo que el ex cónsul es un hombre que conoce sus limitaciones. Eso es muestra de inteligencia.

Santiago Posteguillo

Sólo el médico y el dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan.

Santiago Ramón y Cajal