Frase de Gregorio Marañón

← Anterior Siguiente →
La dictadura no se evita declamando contra ella, sino haciéndola innecesaria con nuestra rigurosa disciplina del deber.... - Gregorio Marañón

La dictadura no se evita declamando contra ella, sino haciéndola innecesaria con nuestra rigurosa disciplina del deber.

Gregorio Marañón

Todas las frases de Gregorio Marañón →

Explorar Frases

En política las mentiras no son necesarias.

Amintore Fanfani

Más instructivos son los errores de las grandes inteligencias que las verdades de los ingenios mediocres.

Arturo Graf

El que socorre a un malvado, lo lamenta cuando ya no es tiempo.

Fedro

Saber gobernar es saber escoger.

Filippo Pananti

Busco en estas moradas silenciosas el reposo y la paz que aquí se esconden, y sólo encuentro la inquietud funesta que mis sentidos y razón conturba...

Gaspar Melchor de Jovellanos

Me gustan los tipos tajantes y energúmenos. Sin fanatismo no se hace nada grande.

Gustave Flaubert

Los debates abiertos y sinceros acerca de los negocios llevan a tomar las mejores decisiones. Si una idea no logra sobrevivirá una discusión franca, el mercado acabará con ella.

Jack Welch

Modestamente, la televisión no es culpable de nada. Es un espejo en el que nos miramos todos, y al mirarnos nos reflejamos.

Jaime de Armiñán

Dormir es una excelente manera de escuchar una ópera.

James Stephens

¡Cielos! -me decía-, ¿Es posible que esos dos seres tan amables y amantes no sean más que dos duendes, acostumbrados a encarnarse en toda suerte de formas para burlar a los mortales? ¿Es posible que no sean más que dos brujas o, cosa más execrable aún, dos vampiros a quienes les está permitido animar los cuerpos odiosos de los ahorcados del valle?

Jan Potocki

El cine, como la pintura o la literatura, da y toma cosas de la vida, con la diferencia de que la literatura y la pintura existen como arte desde el comienzo; el cine no.

Jean-Luc Godard

El ojo convertido en lo mirado no se combate más, es dos veces la luz y recibe como ser recibido.

Juan Gelman

Los desposeídos tienen un mundo que ganar.

Karl Marx

Nadie merece enloquecer, y menos por amor.

Raul Ferruz

Parecía, por lo menos, que no le habían enseñado a mentir. Pero tampoco le habían enseñado a distinguir la verdad de la mentira.

Ursula K. Le Guin