Frase de Henri-Frédéric Amiel

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Saber envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las cosas más difíciles en el dificilísimo arte de la vida.... - Henri-Frédéric Amiel

Saber envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las cosas más difíciles en el dificilísimo arte de la vida.

Henri-Frédéric Amiel

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Explorar Frases

Yo no sé quien fue mi abuelo; me importa mucho más saber quien será su nieto.

Abraham Lincoln

Escucha a la otra parte.

Agustín de Hipona

Sólo podemos enamorarnos cuando no sabemos de quién nos hemos enamorado.

Alain de Botton

¡Duerme! Mientras se despierte del alba con el lucero el vigilante tropero que repita tu cantar, y que de bosque en laguna, en el repente o la hierra, se alce por toda esta, tierra como un coro popular.

Bartolomé Mitre

La ira es nuestro auténtico enemigo ya que se haya en nuestra mente. La ira no cambia nunca su naturaleza. Siempre hiere y destruye. Y lo que es peor, aniquila nuestras propias fuerzas y energías.

Dalai Lama

No puedo reconciliarme conmigo mismo, con los otros, con las cosas. Ni siquiera con Dios. Con él de ninguna manera.

Emil Cioran

Hay un remedio para las culpas, reconocerlas.

Franz Grillparzer

Cuando un amigo triunfa, algo muere en mi.

Gore Vidal

Cada hombre tiene en sí mismo un carácter oculto vasto como un continente. Feliz es el que actúa en su alma como Cristóbal Colón.

James Stephens

Libertad, la cantinela más necia de nuestra civilización. Pero sólo los que se ven privados de ella tienen una mínima idea de lo que significa.

Jim Broadbent

Si los GAL hubieran tenido éxito, no estaríamos en el momento actual.

José María Aznar

Llamar a la mujer el sexo débil es una calumnia, es la injusticia del hombre hacia la mujer. Si por fuerza se entiende la fuerza bruta, entonces, en verdad, la mujer es menos brutal que el hombre. Si por fuerza se entiende el poder moral, entonces la mujer es inmensamente superior.

Mahatma Gandhi

A mi juicio la buena o mala conducta futura de un niño depende completamente de la madre.

Marlene Dietrich

Saim dijo que no cambiaría nada saber que la escritura, que cualquier texto, no trata de la vida sino del sueño, por el mero hecho de ser escritura.

Orhan Pamuk

El precio de la virtud es ella misma.

Séneca