Frase de Honoré de Balzac

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Las faltas de las mujeres son otros tantos actos de acusación contra el egoísmo, la despreocupación y la nulidad de sus maridos.... - Honoré de Balzac

Las faltas de las mujeres son otros tantos actos de acusación contra el egoísmo, la despreocupación y la nulidad de sus maridos.

Honoré de Balzac

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Cuando algo necesita ser recordado, malo: es que el corazón se nos ha ido a otro sitio.

Antonio Gala

Tengo razón cuando me digo (como mi abuelo) el mundo no está de acuerdo conmigo el mundo y yo no estamos de acuerdo. (No son amos los amores; los odios si lo inmundo)

Armando Uribe Arce

La profesión de escritor es, según se ejercite, una infamia, un menester de jornalero, un oficio, un arte, una ciencia o una virtud.

August Wilhelm von Schlegel

La civilización siempre funciona mejor cuando tenemos un hombre del saco.

Chuck Palahniuk

Por conservar la libertad, la muerte, que es el último de los males, no debe temerse.

Cicerón

Siempre es el niño el que llora como sabe llorar, tengamos diez o cincuenta años.

François Mauriac

Creo que la poesía está más allá de la forma de un texto. Una obra de William Shakespeare o una novela de Fiodor Dostoievski me conmueven tanto como el mejor poema.

Jaime Sabines

El proceso mediante el cual los bancos crean dinero, es tan simple, que la mente lo rechaza.

John Kenneth Galbraith

Un futbolista será muy importante, pero nunca podrá compararse con un torero. Y es que el torero se juega la vida, no lo olvide.

José Tomás

No creo que ningún personaje crea que sus metas sean realmente mal.

Len Wein

Subyugaba aquella voz de combate rebotando en los cerros: la voz del jefe que aconsejaba lealtad. Flagraban en su acero fugaces lampos. A cada acción, su caballo alfaba.

Leopoldo Lugones

Vivo en un país tan grande que todo queda lejos: la educación, la comida, la vivienda.

Lina Zerón

Si Dios todo lo ha criado, ¿quién no es criado de Dios?.

Pedro Calderón de la Barca

El hombre mezquino se hunde cada vez más en la mezquindad, cada vez más se enreda en ella. Hasta que perece.

Ryszard Kapuściński

No, no. Cuando la fortuna se inclina más benévola hacia los hombres, los mira con ojos amenazadores.

William Shakespeare