Frase de Ignacio Manuel Altamirano

← Anterior Siguiente →
La religión es el hada buena de la infancia, ese crepúsculo matinal de la vida. Ella encanta el cerebro y el corazón de lo... - Ignacio Manuel Altamirano

La religión es el hada buena de la infancia, ese crepúsculo matinal de la vida. Ella encanta el cerebro y el corazón de los niños y puebla de dulces y tiernos recuerdos el espacio azul de los primeros días.

Ignacio Manuel Altamirano

Todas las frases de Ignacio Manuel Altamirano →

Explorar Frases

No no sé porqué los terrícolas se amañan tanto en esta vida y se niegan a viajar. Yo estoy muy tranquilo.

Antonio Ibañez

Entender la vida de otra manera, que no tiene complicaciones, que los complicados somos nosotros, y que el niño en su infinita verdad puede ser de gran enseñanza para el adulto y que mientras éste pueda mantener el recuerdo de sus formas de pensar de cuando era niño vivirá y será capaz de aceptar lo que he oído a lo que venimos al mundo.

Chabelo

Si se ha de escribir correctamente poesía en cualquier caso hay que tomarlo con calma. Lo primero de todo: sentarse y madurar.

Enrique Lihn

La verdad no puede ser sometida a consenso.

Enrique Rojas

No se trata de tu bando o el mío. Se trata del futuro.

Gerard Butler

Quien confíe en sí mismo será el rey del enjambre.

Horacio

No puede triunfar la revolución proletaria sin el partido, fuera del partido o por un sucedáneo del partido.

León Trotski

Quien hace política pacta con los poderes diabólicos que acechan a todo poder.

Max Weber

En todas las cosas, naturales y humanas, el origen es lo más excelso.

Platón

Lo que más quiero es difundir el cuarteto por el resto del mundo. Canciones mías fueron editadas en España, y hace poco fui a Brasil y los brasileños me reconocían. Esto jamás paso con la música del cuarteto. Por eso digo que en este rubro soy el campeón.

Rodrigo Bueno

El poder concentrado ha sido siempre el enemigo de la libertad.

Ronald Reagan

Vicio grande en el deudor hacer de su acreedor ofensa.

Séneca

Cuando un ciego grita a otro ciego, los dos tropiezan en la misma piedra.

Vincent van Gogh

El único placer de la vida en Ginebra es que allí cada cual puede morir como le dé la gana. Hay mucha gente decente que ni siquiera llama al cura.

Voltaire

La destructividad sádica generalizada de nuestra época es el resultado de la prevaleciente inhibición de la vida amorosa natural.

Wilhelm Reich