Frase de Joaquín Fernández de Lizardi

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Las lágrimas de una mujer hermosa y amada son armas eficacísimas para vencer al hombre más circunspecto.... - Joaquín Fernández de Lizardi

Las lágrimas de una mujer hermosa y amada son armas eficacísimas para vencer al hombre más circunspecto.

Joaquín Fernández de Lizardi

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De haber sido paramilitar, hubiera sido paramilitar de fusil, no financiador de los paramilitares.

Álvaro Uribe Vélez

No hay mayor goce espiritual que la lectura de los antiguos clásicos: su lectura, aunque de una media hora, nos purifica, recrea, refresca, eleva y fortalece, como si se hubiese bebido en una fresca fuente que mana entre rocas.

Arthur Schopenhauer

Cuando viajo, lo que más me interesa es la gente, porque sólo hablando con ella se conoce el ambiente.

Camilo José Cela

Hase advertido desde hace mucho tiempo que los jurados se mostraban implacables contra el ladrón e indulgentes hacia el infanticida. Es cuestión de intereses: el jurado teme que le roben, pero ha pasado ya de la edad en que podía ser víctima del infanticidio.

Edmond About

Podemos cambiar, pero nadie puede obligarnos a hacerlo. El cambio suele ocurrir cuando enfrentamos una verdad incuestionable, algo que nos obliga a revisar nuestras creencias.

Isabel Allende

En última instancia, todo tiene arreglo, menos la dificultad de ser, que no lo tiene.

Jean Cocteau

Los fanáticos tienen sus ensueños, con los que forjan un paraíso para su secta.

John Keats

Iré disfrazado de Tony y su gitano.

Mark Ruffalo

De lo que nadie se ha arrepentido es de haberse acostumbrado a madrugar y de haberse casado joven.

Martín Lutero

La culpa causada por Satanás, por otro lado, produce suficiente remordimiento para esclavizarnos. No permitas que él cierre sus ataduras en ti.

Max Lucado

El Señor sólo exige de las personas aquéllo que está dentro de las posibilidades de cada uno.

Paulo Coelho

La mujer es casi siempre realista, optimista y social: lo que hacen los demás tiene mucha fuerza para ella, y el camino solitario del inadaptado no le seduce.

Pío Baroja

Déjame ver sin ti, falaz amigo, el perfecto color de las tinieblas.

Sara De Ibáñez

¡Lástima que en vivienda tan preciosa, le dijo un amigo, falte una biblioteca! Bello adorno, útil y preciso.

Tomás de Iriarte

Tú no tendrás que responder de los demás; tendrás que dar cuenta de ti mismo.

Tomás de Kempis