Frase de John Milton

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¡Maldecido amor, o maldecido odio, que tanto valen para mí uno como otro, dado que es eterna mi desventura!... - John Milton

¡Maldecido amor, o maldecido odio, que tanto valen para mí uno como otro, dado que es eterna mi desventura!

John Milton

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No llaméis a nadie desgraciado hasta su muerte. No midáis la obra hasta que haya concluido el día y la labor haya terminado.

Elizabeth Barrett Browning

Mourinho es un hombre de una gran intensidad, muy exigente y por donde pasa, deja huella. Es muy dificil sustituirle.

Florentino Pérez

Templanza es moderación en el uso de lo bueno y abstinencia total de lo malo.

Frances Willard

Tengan muy presente las hermanas las terribles consecuencias que puede traer un cuento o lo que vulgarmente se llama chisme.

Jerónimo Usera

A veces, cuando se busca algo desesperadamente, lo único que se alcanza a ver es eso. Y entonces te pierdes el resto de cosas que suceden alrededor.

Joan Brady

Al final llego a una conclusión aterradora: o hay dos Españas, o yo he desayunado whisky en vez de fruta.

José María García

El hecho de que toda la vida sobre la Tierra termina por morir, no demuestra que la muerte es el sentido de la vida.

Lucian Blaga

Los viajes son la parte frívola de la vida de las personas serias, y la parte seria de la vida de las personas frívolas.

Madame Swetchine

La gran fortaleza que tenemos las fuerzas democráticas, es una gran fortaleza moral.

María Corina Machado

Hace cincuenta años todas las empresas querían ser innovadoras, pero a menos que fueras una empresa capaz de liderar los cambios bruscos del mercado, era imposible tener una mentalidad innovadora. La innovación exige un acercamiento sistemático, porque es muy impredecible.

Peter F. Drucker

Cuando alguien habla de lo rápido que olvidan los niños, lo rápido que perdonan, lo sensibles que son, dejo que me entre por un oído y me salga por el otro. Los niños son capaces de recordar, de sentir rencor y guardárselo y tratar a las personas que no les gustan con extrema frialdad.

Peter Hoeg

Las paredes oyen.

Proverbio

¿De qué sirve, joven, contar, si no es para borrar de la memoria todo lo que no sea el origen y el fin? Nada entre el origen y el fin, nada, una planicie, árida, la salina, entre él y yo, nada, la vastedad más inhóspita, entre el suicida y el sobreviviente.

Ricardo Piglia

Hay una terrible circunstancia que distingue a la calumnia de otros daños: el que la inflinge no puede nunca repararla.

Samuel Johnson

El agua que no corre hace un pantano; la mente que no trabaja hace un tonto.

Victor Hugo