Frase de Jules Renard

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Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el flagelo de las personas que trabajan.... - Jules Renard

Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el flagelo de las personas que trabajan.

Jules Renard

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Explorar Frases

La sociedad prepara el crimen; los criminales son sólo las herramientas necesarias para ejecutarlos.

Adolphe Jacques Lambert Quetelet

Cuídese del matrimonio.

Anónimo

Vive de modo que tus amigos puedan defenderte pero nunca tengan que hacerlo.

Arnold H. Glasow

Os invito a pedir a Dios que os ayude a descubrir vuestra vocación en la sociedad y en la Iglesia y a perseverar en ella con alegría y fidelidad. Vale la pena acoger en nuestro interior la llamada de Cristo y seguir con valentía y generosidad el camino que él nos proponga.

Benedicto XVI

No debéis tener miedo -siguió Paul-. Estáis confundidos. Ahora comprenderéis la verdad. Tú, el de la pipa, pareces el más desorientado de todos. Se te pasará en un segundo, ya lo verás. Paul le apuntó con la pistola y apretó el gatillo.

César García Muñoz

Es gracioso que la belleza del arte tenga mucho más que ver con el marco que con la obra de arte en sí misma.

Chuck Palahniuk

Sería la madre perfecta de un homosexual.

Concha Velasco

Para mí la poesía no ha sido un propósito, sino una pasión.

Edgar Allan Poe

Siempre toma el camino más digno.

John C. Maxwell

Si practicas la equidad, aunque mueras no perecerás.

Lao-Tse

La vida de un libro no termina con la última página.

Lee Child

Feliz Día, Perú. Que todo te vaya bien a ti y a tus ciudadanos, quienes estamos orgullosos de ti y de todo lo que nos das: tus montañas, tus ríos hablantes, tus papas y todo eso que nos hace ser peruanos.

Magaly Solier

El aplauso crea una responsabilidad permanente.

Mercedes Sosa

Un científico tiene la libertad, y debe tomársela, de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de buscar cualquier evidencia, de corregir errores.

Robert Oppenheimer

Salimos de las tinieblas y entramos en las tinieblas. Entre esos dos instantes hay muchas experiencias, vivencias, pero no vivimos ni el principio ni el fin, ni el nacimiento ni la muerte; ninguno de los dos tiene carácter subjetivo; en tanto procesos, caen enteramente en el terreno de lo objetivo. Así es.

Thomas Mann