Frase de Marcelino Champagnat

← Anterior Siguiente →
Ya sabéis a quién hemos de pedir esas gracias, a nuestro Recurso Ordinario. No temamos acudir a ella demasiado a menudo, pues s... - Marcelino Champagnat

Ya sabéis a quién hemos de pedir esas gracias, a nuestro Recurso Ordinario. No temamos acudir a ella demasiado a menudo, pues su bondad es inagotable.

Marcelino Champagnat

Todas las frases de Marcelino Champagnat →

Explorar Frases

Si cierras los ojos verás que sigo junto a ti.

Amaia Montero

Los experimentos en política significan revoluciones.

Benjamin Disraeli

En el mundo plástico contemporáneo -antes la histórica de un nuevo Renacimiento- la arquitectura y la pintura crean, pero sin encontrar aún el punto de su nueva coincidencia, dado el carácter incompleto e intrascendente de sus concepciones, sociales y estéticas, sobre funcionalidad.

David Alfaro Siqueiros

El necio es un tirano a la medida de sus posibilidades.

Doménico Cieri Estrada

El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.

Francisco de Quevedo

Privar a un niño de su derecho a la educación es amputarlo de esa primera comunidad donde los pueblos van madurando sus utopías.

Fulton John Sheen

Si pudiera hacerse la disección de las almas, cuantas muertes misteriosas se explicarían.

Gustavo Adolfo Bécquer

Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines

Los buenos pensamientos llevan hacia los buenos frutos.

James Allen

Un rostro hermoso es el más hermoso de los espectáculos; y la más suave delas armonías es el sonido de la voz de la amada.

Jean de la Bruyere

No olvidemos nunca que el terrorismo es, en el fondo, en su naturaleza maligna, una guerra psicológica.

Norm Coleman

Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.

Oscar Wilde

La diferencia entre la literatura y el periodismo consiste en que el periodismo no puede leerse y la literatura no se lee.

Oscar Wilde

Escribir una carta es enviar un mensaje al futuro; hablar desde el presente con un destinatario que no está ahí, del que no se sabe cómo ha de estar (en qué ánimo, con quién) mientras le escribimos y, sobre todo, después: al leernos. La correspondencia es la forma utópica de la conversación porque anula el presente y hace del futuro el único lugar posible del diálogo.

Ricardo Piglia

La perfección llevada al exceso muere de plétora.

William Shakespeare