Frase de Margaret Mitchell

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Mira -le dijo, nerviosa-, si te dijera que estoy locamente enamorada de ti, mentiría y, lo que es peor, tú lo notarías.... - Margaret Mitchell

Mira -le dijo, nerviosa-, si te dijera que estoy locamente enamorada de ti, mentiría y, lo que es peor, tú lo notarías.

Margaret Mitchell

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Explorar Frases

No vayas mirando fuera de ti, entra en ti mismo, porque la verdad habita en el interior del hombre.

Agustín de Hipona

Yo por ti, tú por mí, todos por una tierra en paz y una patria mejor.

Blas de Otero

Cada día esconde una nueva revelación o un nuevo descubrimiento que puedo obtener.

Bruce Lee

Nunca mataba hombres gordos, tienen mucha grasa y eso tiene mucho colesterol...

Dorangel Vargas

Todo poco a poco va dejando de importar, todo menos esos paraísos en el mar y navegar y navegar y navegar.

Fito Páez

El criminal peligroso es el criminal culto.

Gilbert Keith Chesterton

Lo hice tomándome todo el tiempo del mundo, con la lentitud de un pedazo de hielo que va derritiéndose.

Haruki Murakami

No se puede dejar el mundo tal y como está.

Janusz Korczak

Viviendo todo falta, muriendo todo sobre.

Lope de Vega

Tenemos derecho a aspirar el perfume de este otoño y pedirle a la noche un sueño. ¿Puede enfermar un sueño como los soñadores? Otoño, otoño. ¿Puede nacer un pueblo sobre una guillotina? Tenemos derecho a morir como queramos, para que la tierra pueda ocultarse en una espiga.

Mahmud Darwish

Toda construcción está hecha con materiales de derribo, y nada hay de nuevo en este mundo sino las formas.

Marcel Schwob

El hombre llega como un novicio a cada edad de su vida.

Nicolas Chamfort

Un libro es la única cosa inmortal.

Rufus Choate

El nacionalismo es algo intrínsecamente malo por dos motivos. Primero por creer que unas personas son, por su pertenencia a un grupo, mejores que otras. Segundo, porque cuando el problema es el otro, la solución implícita de este problema siempre será el otro.

Ryszard Kapuściński

Los dos sabemos que, con cada vítor, Peeta se aleja más y más de nuestro alcance.

Suzanne Collins