Frase de Máximo Gorki

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Éramos veintiséis, veintiséis máquinas vivientes encerradas en un sótano, en el que desde la mañana hasta la noche amasábamos harina pa... - Máximo Gorki

Éramos veintiséis, veintiséis máquinas vivientes encerradas en un sótano, en el que desde la mañana hasta la noche amasábamos harina para hacer rosquillas y panecillos.

Máximo Gorki

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Explorar Frases

El mejor camino para llegar al embarazo pasa por la prohibición del sexo.

Alexander Sutherland Neill

Evocando la necesidad de profundas jerarquías conceptuales, la computadora automática nos confronta con un radical desafío intelectual que no tiene precedente histórico.

Edsger Dijkstra

Pasó, pasó, pasó nuestro cuarto de hora. Pasó, pasó, pero aún sabíamos reír.

Fito Páez

Lo importante no es desear algo, sino ser capaz de conseguirlo.

Idris Elba

Nunca la naturaleza dice una cosa y la sabiduría otra.

Juvenal

No todos los caminos espirituales conducen a la Unidad Armoniosa. De hecho, la mayoría son rodeos y distracciones y no otra cosa.

Lao-Tse

La mitad de la sabiduría es aprender a desaprender lo que se sabe.

Larry Niven

Sólo tenemos un objetivo: poder ser. Y seremos.

Mahmud Abbas

Eran las cuatro y media de la madrugada. Las estrellas cuchichearon entre sí, detrás de los abanicos, y algo como un enorme chorro de champagne, arrojado por una fuente azul, se dibujó en Oriente. Era el cometa. La luna, esa gran bandeja de plata en donde pone el sol monedas de oro, se escondía, desvelada y pálida, en el Oeste. Los luceros y yo teníamos frío.

Manuel Gutiérrez Nájera

El hombre no está hecho para ser feliz en forma permanente.

Michel Houellebecq

El rico no es el que posee oro y plata, sino el que se contenta con poco.

Miguel de Unamuno

A partir de ese momento, nunca volvió a comportarse de una forma tan violenta pero su mente quedó trastornada para siempre. Parecía como si se hubiera transformado en la de una demente. El doctor aseguró que no había ninguna esperanza de recuperación. Se trataba de una enfermedad llamada paranoia, y estaba motivada por la convulsión emocional producida por un disgusto inesperado.

Mori Ogai

¿Por qué justo a mi tenía que tocarme ser yo? -Felipe.

Quino

Al público nunca hay que darle la razón, pero, aún así, tiene que sentirse como representado por el crítico.

Walter Benjamin

¡Oh hábil jinete en busca de corcel, vuelve en ti!

Yalal ad-Din Muhammad Rumi