Frase de Miguel de Cervantes

← Anterior Siguiente →
No hay pecado tan grande, ni vicio tan apoderado que con el arrepentimiento no se borre o quite del todo.... - Miguel de Cervantes

No hay pecado tan grande, ni vicio tan apoderado que con el arrepentimiento no se borre o quite del todo.

Miguel de Cervantes

Todas las frases de Miguel de Cervantes →

Explorar Frases

Un hombre provisto de papel, lápiz y goma, y con sujeción a una disciplina estricta, es en efecto una máquina de Turing universal.

Alan Turing

Puse mi corazón en un estante, nunca pensé que te encontraría. Nunca conocí nada mejor, pero entonces me di cuenta que... tu amor es una emoción pasajera.

Alanis Morissette

No mires hacia atrás, por que puedes recordar que hubo un corazón que no te supo amar.

Anónimo

Todo lo que es moda pasa de moda.

Coco Chanel

No es poca cosa tratar de ser honesto en la transmisión de lo que se ve, se toca, se gusta, se huele, se oye.

Mario Benedetti

Kazan es el el mejor director con el que he trabajado. La mayoría de los actores no recibe ninguna ayuda de los directores. Ayuda emocional, si estás jugando una parte emocional. Kazan es el único que conozco que realmente les da ayuda.

Marlon Brando

Porque no hay nada que deteste más que el hedor de la mentira.

Martin Sheen

Los insectos de verano caen muertos sobre mis libros.

Masaoka Shiki

La libertad, ese bien que hace gozar de los demás bienes.

Montesquieu

Quien practica alguna virtud sólo con la esperanza de alcanzar así un gran nombre, está muy próximo al vicio.

Napoleón Bonaparte

La verdad está en el descubrir, no en lo descubierto.

Nisargadatta

Aprehender, sí. Primero asimilando los matices y contornos ocultos. Lo húmedo, lo tibio, y si soy afortunado el rumor de tu sangre abriendo zanja en la vida.

Roberto Obregón

Ganar el título fue algo maravilloso. Todo lo bueno que me ha sucedido después ha sido la resultante de mi buen éxito como boxeador.

Rocky Marciano

Más valor arguye muchas veces el vivir que el morir.

Vittorio Alfieri

Las plegarias no aran; las alabanzas no maduran.

William Blake