Frase de Miguel de Unamuno

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Yo, amigo mío, no me defiendo jamàs; ataco. No quiero escudo que me embaraza y estorba; no quiero màs que espada.... - Miguel de Unamuno

Yo, amigo mío, no me defiendo jamàs; ataco. No quiero escudo que me embaraza y estorba; no quiero màs que espada.

Miguel de Unamuno

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Después de esa batalla sólo un loco coronel renunciaría a una gloria que jamás él logro entender, eligió cargar su armaco en un clavel.

Amaia Montero

No permaneces casado durante treinta y cinco años por puro caso.

Ashley Judd

La verdad de la religión estriba en su misma oscuridad, en la escasa luz que tenemos sobre ella y en nuestra indiferencia por esa luz.

Blaise Pascal

La verdadera escucha va mucho más allá de la percepción auditiva. Es el emerger de una atención alerta, un espacio de presencia en el que las palabras son recibidas.

Eckhart Tolle

Me estoy muriendo con el auxilio de demasiados doctores.

El Magno Alejandro III

Los malvados suponen que ya os hacen bien con no haceros nada malo.

Esopo

Tal vez si quisiera ser comprendido o comprender podría engatusarme a mí mismo con la fe, pero soy un reportero y Dios existe sólo para los editorialistas.

Graham Greene

En mi país se pasan quince minutos diciendo que no hace falta presentarme y diciendo que van a ser breves en la presentación; y así pueden estar una hora sin haberme presentado.

Jorge Luis Borges

Si hay que creer en algo que no se ve, prefiero los milagros a los bacilos.

Karl Kraus

Recriminarnos y traer a la memoria hechos pasados en los que actuamos de forma poco "hábil". La vivencia de esas situaciones sólo nos traerá inseguridad e insatisfacción.

María Jesús Álava Reyes

El primer favor denegado anula todos los anteriores.

Plinio

Mejorando el entorno se mejora al hombre.

Robert Owen

El tiempo y las circunstancias, que amplían la visión de la mayoría de los hombres, empequeñecen casi siempre la de las mujeres.

Thomas Hardy

Elegí conscientemente el camino del perro a través de la vida. Voy a ser pobre. Voy a ser pintor.

Vincent van Gogh

La majestad no muere sola, pues, a ejemplo de una vorágine, engulle cuanto se halla próximo a ella.

William Shakespeare