Frase de Nach

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Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente surges y de repente la vida olvida a la muerte.... - Nach

Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente surges y de repente la vida olvida a la muerte.

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Explorar Frases

La mayor parte de los hombres son filósofos en cuanto operan en la práctica y en su trabajo práctico está implícitamente contenida una concepción del mundo, una filosofía.

Antonio Gramsci

La confianza es madre del descuido.

Baltasar Gracián

¡Recita Hare Krishna y sé feliz!

Bhaktivedanta Swami Prabhupada

Que algunos inocentes acaben en prisión es algo normal, fruto de un sistema legal imperfecto, como todo lo que hace el ser humano, en realidad.

César García Muñoz

Todo aquello que siente, conoce, quiere y tiene la facultad de desarrollarse, es celestíal y divino y por esa razón tiene que ser inmortal.

Cicerón

Necesitas saber la diferencia entre el viernes y un huevo frito. Es una diferencia bastante simple, pero importante. Se hace un juego de palabras en el original, entre Viernes (Friday) y Huevo frito (Fried egg), que suenan muy similar.

Douglas Adams

¡La mujer y el niño necesitan más cariño, que leche!

Gloria Fuertes

Quien mezcle lo placentero con lo útil, ganará la aprobación de todos.

Horacio

Las amistades verdaderas son las que retomas exactamente donde las has dejado, ya hayan pasado una semana o dos años.

Jojo Moyes

Bram. Sigo sin entender porque vuelve aquí siempre.

Juliette Binoche

Oh, mira, mira en la lejanía, los espejos del pasado... Vas, con tu barca encantada, con tu alma que no entiende... Como es el surco de la luz... Nena, líbrame ya, líbrame de ti...

Luis Alberto Spinetta

Nuestras únicas limitaciones son las que hemos creado en nuestras propias mentes.

Napoleon Hill

Lo mismo permanece en lo mismo, y descansa en sí mismo.

Parménides de Elea

Ninguna vida está completa sin un toque de locura.

Paulo Coelho

Pues he conocido ya los ojos, conocido a todos, los ojos que nos sellan en una mirada formulada estando yo ya formulado, en un alfiler esparrancado; bien clavado retorciéndome sobre la pared.

T. S. Eliot