Frase de Nicolás Boileau

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La cólera es orgullosa y necesita palabras altaneras; el abatimiento se expresa con términos menos altivos.... - Nicolás Boileau

La cólera es orgullosa y necesita palabras altaneras; el abatimiento se expresa con términos menos altivos.

Nicolás Boileau

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Explorar Frases

La guerra no arregla nada... ganar una guerra es tan desastroso como perderla.

Agatha Christie

La serenidad es una de las formas de la felicidad, y puede existir en ausencia de placer. El placer nos lo da el cuerpo, la felicidad es armonía en nuestra persona.

Albert Jacquard

¿Qué va a suceder si busco siempre lo que ayer dejé?

Beto Cuevas

Yo no merezco nada más de lo que tengo. Por eso me llaman millonaria, porque tengo lo que deseo sin tener dinero, y eso es maravilloso.

Chavela Vargas

Las almas inmortales, hechas a bien tamaño, ¿podrán vivir de sombra y de engaño?

Fray Luis de León

Cuando la música real llega a mi -la música de las esferas, la música que sobrepasa lo entendible - eso no tiene que ver conmigo, porque solo soy el canal. La única alegría para mi es que me sea entregada, y transcribirla como un medium... Aquellos momentos son por los que vivo.

John Lennon

La juventud no está muerta cuando está cercana al maestro.

Juan Pablo II

Antes partía que doblá

Magdalena Álvarez

Percibir exactamente lo que ocurre en torno nuestro es virtud personal rara.

Manuel Azaña

Uno de mis secretos fue la perseverancia. Nunca bajé los brazos, y esa fue una de mis virtudes.

Martín Palermo

¡Huy, qué olor a pedo!

Penélope Cruz

La oposición dice que me vaya a mi casa: ¿A cual?, tengo veinte.

Silvio Berlusconi

Amistad, Mi definición se basa en dos cosas. Respeto y confianza. Ambos elementos tienen que estar allí. Y tiene que ser mutuos. Usted puede tener respeto por alguien, pero si no tienes confianza, la amistad se desmorona.

Stieg Larsson

Las mujeres no son más que órganos genitales articulados y dotados de la facultad de gastar todo el dinero del hombre.

William Faulkner

La urbanidad es como un juego. Pero se trata de un juego en el que se entrelazan complejas cuestiones de orgullo.

Yukio Mishima