Frase de Nicolás Copérnico

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Para saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no sabemos, hay que tener cierto conocimiento.... - Nicolás Copérnico

Para saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no sabemos, hay que tener cierto conocimiento.

Nicolás Copérnico

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Yo sé que para los rockeros decir Te Quiero está prohibido, entonces lo dije 45 mil veces durante la canción.

Andrés Calamaro

Cada mujer es la primera mujer.

António Lobo Antunes

La tela es ante todo una superficie en blanco que es preciso llenar con algo.

Antonio Saura

Los hombres se engañan al creerse libres; y el motivo de esta opinión es que tienen conciencia de sus acciones, pero ignoran las causas por que son determinadas; por tanto, lo que constituye su idea de libertad, es que no conocen causa alguna de sus acciones.

Baruch Spinoza

Cuando pedimos consejo lo que esperamos a menudo es más bien aprobación.

Charles Caleb Colton

Hablar de sueños es como hablar de películas, ya que el cine utiliza el lenguaje de los sueños: años pueden pasar en segundos y se puede saltar en un lugar a otro.

Federico Fellini

La fidelidad y la gratitud son dos flores raras que se encuentran difícilmente. Sólo Dios se encarga de su cultivo; los jardineros no logran generalmente producir más que una falsificación de ellas.

Ignacio Manuel Altamirano

Dame ahora tu boca: me la quiero comer con tu sonrisa.

Jaime Sabines

Decirle a un pintor que la naturaleza debe ser captada tal como ella es, equivale a decirle a un pianista que puede sentarse sobre el piano.

James Whistler

El éxito no necesita disculpas, y el fracaso no acepta excusas.

Napoleon Hill

No culpes al mar de tu segundo naufragio.

Publilio Siro

Es preciso no estar en sus cabales para que un hombre aspire ser poeta; Pero, en fin es sencilla la receta. Forme usted líneas de medida iguales, y luego en fila las coloca juntas poniendo consonantes en las puntas. ¿Y en el medio? ¿En el medio? ¡Ese es el cuento! Hay que poner talento.

Ricardo Palma

Nuestras dotes singularmente humanas nos elevan por encima del mundo animal. La medida en que ejercitamos y desarrollamos esas dotes nos da poder para desplegar nuestro potencial humano. Entre el estímulo y la respuesta está nuestra mayor fuerza: la libertad interior de elegir.

Stephen Covey

El problema de ser pobre es que te ocupa todo el tiempo.

Willem de Kooning

El orgullo del pavo real es la gloria de Dios.

William Blake