Frase de Oscar Wilde

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Hoy lo que consuela no es el arrepentimiento, sino el placer. El arrepentimiento está enteramente anticuado.... - Oscar Wilde

Hoy lo que consuela no es el arrepentimiento, sino el placer. El arrepentimiento está enteramente anticuado.

Oscar Wilde

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Explorar Frases

Precisamente porque el destino es inmutable, la suerte depende de nosotros mismos.

André Maurois

Todas las buenas máximas están en el mundo; sólo hace falta aplicarlas.

Blaise Pascal

Olvidas lo que quieres recordar y recuerdas lo que quieres olvidar.

Cormac McCarthy

El tiempo, al pasar, libraría de aristas cortantes el recuerdo y lo tomaría en algo risible. Pero, entonces, nada era cómico ni yo reía. No era lo futuro; era lo presente. Demasiado vivo; harto real.

Daphne du Maurier

Con ninguna cosa se granjea uno más aprecio y menos envidia de una reunión, que con el papel de amigable componedor en la discusión, sin inclinarse directamente ni a uno ni a otro bando.

Eustace Budgell

Su muerte fue muy difícil de digerir. Era una persona especial. Su destreza y valentía fueron de tal magnitud que hizo de menos a la generación de pilotos posterior.

Frank Williams

Yo soy el primer inmoralista.

Friedrich Nietzsche

Hay esencialmente dos cosas que te harán sabio - los libros que lees y la gente que conoces.

Jack Canfield

Por entonces desayunábamos con marihuana. No se podía hablar con nosotros. Estábamos todo el día con los ojos brillantes, partiéndonos de risa.

John Lennon

La naturaleza bien ordenada, contemplada por un hombre bien ordenado; he ahí lo poéticamente bello.

Joseph Joubert

Cuando uno ha vivido tanto tiempo como yo, descubre que la crueldad y la benevolencia no son más que tonos distintos del mismo color.

Khaled Hosseini

La esperanza del cielo en las miradas y el perdón generoso entre los labios.

Manuel Gutiérrez Nájera

¿Sabes por qué el idiota de Cupido siempre lleva pañales? - No. - Pues porque siempre la cagaaaaaaaaaaaaa.

Megan Maxwell

Nuestra vida nunca es rectilínea ni la gobierna la lógica.

Vicente Blasco Ibáñez

¡Con qué autoridad y apariencia de verdad puede encubrirse arteramente el pecado!

William Shakespeare