Frase de Ramón María del Valle-Inclán

← Anterior Siguiente →
¿Volvería a encontrar otra pálida princesa, de tristesojos encantados, que me admirase siempre magnífico? Ante esta dud... - Ramón María del Valle-Inclán

¿Volvería a encontrar otra pálida princesa, de tristesojos encantados, que me admirase siempre magnífico? Ante esta duda lloré. ¡Lloré como un Dios antiguo al extinguirse su culto!

Ramón María del Valle-Inclán

Todas las frases de Ramón María del Valle-Inclán →

Explorar Frases

Ansío verte a la luz de la mañana, ansío tenerte cerca por la noche, quédate, dama, quédate, quédate mientras nos quede algo de noche.

Bob Dylan

Nunca sabes de qué suerte peor te ha salvado tu mala suerte.

Cormac McCarthy

La verdad no demanda creencias. Los científicos no unen sus manos cada domingo, cantando: ¡sí, la ley de gravedad es real! Creo en mi corazón que todo lo que sube tiene que bajar. ¡Tendré fe! ¡Seré fuerte! ¡Amén! Si lo hicieran, pensaríamos que no están bastante seguros de ello.

Dan Barker

Artículo tercero. - El lugar maldito en que el cristianismo ha incubado sus huevos de basilisco será arrasado, y, como lugar infame de la tierra, constituirá el terror de toda la posteridad. En él se criarán serpientes venenosas.

Friedrich Nietzsche

No quiero que la gente sea agradable, así me ahorra el problema de cogerles cariño.

Jane Austen

El recurso a la fuerza constituye siempre una derrota de la Humanidad.

Juan Pablo II

El cielo es alto, la tierra ancha. Amarga entre ellas vuela mi pena.

Li Bai

La ley solo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero.

Marqués de Sade

¡Lucha, trabaja, y toma vuelo!

Maurice Béjart

Les compro armamento, les compro aviones, pero no voy a la guerra.

Muhammad Ali

En otros tiempos se limitaban a alimentar al cuerpo como a un servidor; hoy se le sirve como a un amo.

Séneca

No es valortemer la vida o despreciarla, sino el hacer frente a las grandes desgracias y no tumbarse en el suelo, ni volver el pie atrás.

Séneca

El que se lanza a peligros innecesarios muere mártir del demonio.

Thomas Fuller

La sociedad empieza por cantar lo que sueña, después refiere lo que hace, y al fin describe lo que piensa.

Victor Hugo

Inteligencia apropiada para desempeñar un oficio, conducta ejemplar en la sociedad, virtud pareja a la del príncipe, talento suficiente para servir al estado, todos ellos atributos que hacen a un hombre tan orgulloso como esas pequeñas criaturas.

Zhuangzi