Frase de Taylor Caldwell

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El único modo en que la mayoría de los hombres pueden mantenerse disciplinados es mediante el temor a la ley o el temor de Dios...... - Taylor Caldwell

El único modo en que la mayoría de los hombres pueden mantenerse disciplinados es mediante el temor a la ley o el temor de Dios...

Taylor Caldwell

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Explorar Frases

Por amor, no solo copiamos los valores de nuestros padres, sino también sus enfermedades.

Alejandro Jodorowsky

Mi pena contenida la conoces bien, tan bien que si me dejas moriré de pie; no lloraré tu ausencia, sólo esperaré y te daré mi vida entera.

Amaia Montero

Los puestos eminentes son como las cimas de los peñascos; sólo pueden llegar a ellos las águilas y los reptiles.

Anónimo

Un extracto de fuego y de veneno, eso es el flamenco.

Antonio Gades

Hacer verdaderos los pensamientos significa no engañarse a sí mismo.

Confucio

Puedes hacer todo lo que tu mente quiera.

Eminem

Cuando me dicen que mis coches consumen demasiado o que son demasiados peligrosos por su potencia, me dan ganas de reír. La vida misma es un cotidiano consumo de energía y riesgo.

Enzo Ferrari

Oigo flotando en olas de armonías, rumor de besos y batir de alas; mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? ¿Dime? ¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!

Gustavo Adolfo Bécquer

No conozco a la mitad de ustedes, ni la mitad de lo que querría, y lo que querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece.

J. R. R. Tolkien

Si tomáramos el poder, tendríamos la tarea de limpiarla de burguesía y de mantener a la gente en un estado mental revolucionario.

John Lennon

Este mundo bueno fue si bien usásemos de él como debemos.

Jorge Manrique

La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.

Juan Domingo Perón

Hagamos profesión terrestre toquemos tierra con el alma.

Pablo Neruda

Aunque siempre te escapas, amor mío, eres mi presente perpetuo.

Vladimír Holan

La miseria hace que un hombre entre en contacto con extraños compañeros de alcoba.

William Shakespeare