Frase de Viktor Frankl

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Lo que denomino voluntad de sentido podría ser definido como la lucha esencial del hombre por encontrar y realizar un sentido y un pro... - Viktor Frankl

Lo que denomino voluntad de sentido podría ser definido como la lucha esencial del hombre por encontrar y realizar un sentido y un propósito.

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La búsqueda no es más que un método de auto-alejamiento para reencontrarnos.

Admiro a Madonna, porque ella tiene su familia, su casa, y aún sigue haciendo música.

No puedo vivir en una isla de prosperidad, cuando estoy rodeado de un mar de miseria.

Pues si yo quisiera que mi salud fuera una gracia de César, a mí me tocaba ir a implorarla directamente; más no quiero tener nada que agradecer a un tirano en aquello mismo que es injusto, y no puede menos que no serlo, salvando como dueño y señor a los que no era razón dominarse.

La escuela ha de edificar en el espíritu del escolar, sobre cimientos de verdad y sobre bases de bien, la columna de toda sociedad, el individuo.

Eugenio María de Hostos

Mejor no hacer nada que hacer cualquier cosa.

Francis Picabia

Un hombre sabio es aquel que no sufre por las cosas que no tiene, sino que disfruta de las que sí posee.

Los juicios son un asunto demasiado importante como para dejarlo en manos de meros abogados.

Georges Clemenceau

Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante.

Juan Pablo Duarte

No existe un solo modelo de democracia, o de los derechos humanos, o de la expresión cultural para todo el mundo. Pero para todo el mundo, tiene que haber democracia, derechos humanos y una libre expresión cultural.

Nunca leo novelas ni ensayos, sino biografías. Para mí, es más importante la vida de un hombre que sus sueños de papel.

La muerte y el amor son las dos alas que llevan al buen hombre al cielo.

Miguel Ángel Buonarroti

Si quieres la paz, lucha por la justicia.

Soy un don nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas.

Supe perdonar a la mujer adúltera. Mi piedra no le acertó.

Roberto Fontanarrosa

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