Frase de Armando Palacio Valdés

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Después por un juego de la fortuna me vi convertido en novelista, y comprendí que la fortuna tenía razón.... - Armando Palacio Valdés

Después por un juego de la fortuna me vi convertido en novelista, y comprendí que la fortuna tenía razón.

Armando Palacio Valdés

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Explorar Frases

Te hice un primer puesto en el mundo de mis pensamientos.

Aída Cartagena Portalatín

Fuimos reserva espiritual de Occidente para el franquismo; con el boom económico mundial, reserva de mano de obra barata para Europa; y ahora, en la democracia, reserva armada de la Otan.

Antonio de Senillosa

Somos 45 millones de humoristas involuntarios.

Arturo Pérez-Reverte

Las almas inmortales, hechas a bien tamaño, ¿podrán vivir de sombra y de engaño?

Fray Luis de León

Sed parcos en el aceptar, discernid al recibir.

Friedrich Nietzsche

Al poder legislativo: Los hemos invitado antes y volvemos a invitarlos ahora a ser los legisladores de la paz y no de la guerra, los representantes de las necesidades y demandas de los ciudadanos y no los custodios de las armas ni los celadores de bunkers y palacios donde a espaldas de nosotros se fraguan acuerdos contra la paz y se defienden fueros.

Javier Sicilia

La dignidad debe practicarse con todo el mundo y de manera constante, y especialmente con uno mismo.

Jorge González Moore

Estoy solo y no hay nadie en el espejo.

Jorge Luis Borges

Nuestros barcos eran, ciertamente, juguete de los vientos y las olas, del mismo modo que Gulliver lo era de los gigantes brobdinagianos, pero nosotros, en nuestra estable morada, quedábamos a salvo de las heridas de aquella naturaleza en erupción.

Mary Shelley

Solamente se arrastra quien no tiene alas ni piel.

Miguel Abuelo

Maestro es aquél que forja la inteligencia y la voluntad que hace que surja la obra maestra que existe en cada uno de sus alumnos.

Miguel Ángel Cornejo

Si la obediencia es el resultado del instinto de las muchedumbres, el motín es el de su reflexión.

Napoleón Bonaparte

El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez.

Pearl S. Buck

No se vende mediante el precio, se vende el precio.

Philip Kotler

¡Cuánto pesa esta corona!

William Shakespeare