Frase de Erasmo de Róterdam

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Nosotros los revestimos con títulos espléndidos, aunque sean criminalísimos: a éste lo llamamos católico, a aquél serenisimo, a u... - Erasmo de Róterdam

Nosotros los revestimos con títulos espléndidos, aunque sean criminalísimos: a éste lo llamamos católico, a aquél serenisimo, a uno ilustrisimo, a otro augusto a todos los denominamos dilectos hijos.

Erasmo de Róterdam

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Explorar Frases

Un arqueólogo es el mejor marido para una mujer: cuanto mayor se hace ella, más le gusta a él.

Agatha Christie

Esos que pretenden, para reformarnos, vencer nuestro instinto criminal, que nos den primero de comer. De moral hablaremos después. Esos que no se olvidan de cuidar nuestra formación, sin que por ello dejen de engordar, escuchen esto: por más que le den vueltas, primero es comer, y después de hartos ¡venga la moral!

Bertolt Brecht

Quien dice El tiempo es oro lo convierte en calderilla.

Carmen Martín Gaite

Alex Ferguson es el mejor técnico que he tenido a este nivel. Bueno, realmente es el único entrenador que he tenido a este nivel.

David Beckham

Es un arte saber ceder en lo trivial.

Doménico Cieri Estrada

El miserable temor de ser sentimental es el más vil de todos los temores modernos; más vil aún que el terror que ha dado origen a la higiene.

Gilbert Keith Chesterton

Con vuestro permiso.

Gustavo Cerati

Esencial a la justicia es hacerla sin diferirla. Hacerla esperar es injusticia.

Jean de la Bruyere

Lo útil de la filosofía es que sirve para consolarnos de su inutilidad.

Jean Louis Auguste Commerson

Lo que decimos pocas veces se parece a nosotros.

Jorge Luis Borges

Dios mueve al jugador y éste la pieza ¿qué dios detrás de dios la trama empieza?

Jorge Luis Borges

Criticar es tan fácil como tener criterio.

Juan Lobillo

Mas de uno quiso y no pudo, tu arrepientete antes de que se te seque el sudor.

Kase.O

Mas, sea verdad o sueño, obrar bien es lo que importa. Si fuere verdad, por serlo; si no, por ganaramigos para cuando despertemos.

Pedro Calderón de la Barca

Los que sufren de apego a la belleza no tendrán un minuto de descanso porque la vida les jugó una mala pasada: envejecen segundo a segundo.

Walter Riso