Frase de Ethan Coen

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En la mayoría de las películas de Hollywood si hay un negro malo, tiene que haber un negro bueno. Es algo estúpido y complaciente hacia l... - Ethan Coen

En la mayoría de las películas de Hollywood si hay un negro malo, tiene que haber un negro bueno. Es algo estúpido y complaciente hacia la raza y etnia de las personas. Pero ¿qué vas a hacer?

Ethan Coen

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Explorar Frases

¿Qué nos pide el Señor para contribuir a la unidad de los cristianos? Orar constantemente, practicar la justicia, amar la bondad y seguirlo.

Benedicto XVI

Señoras mías, tenedlo bien advertido y recordadlo siempre: vuestro mayor enemigo es la misma piedad vuestra, la cual os hace cometer la mayor parte de vuestros despropósitos.

Giuseppe Baretti

Perseguir tus pasiones te hace más interesante, y la gente interesante es encantadora.

Guy Kawasaki

Es curioso pero alguna güevonada queda.

Jaime Garzón

- Yo soy Nick Spitz. Esta es mi mujer Allison. - Me llamo Audrey.

Jennifer Aniston

Nada es constante, excepto el cambio.

Joey Tempest

He creado ya, mi propia religión, mi propio Dios, ideas claras para entrar en razón.

Kase.O

Todo, todo lo que comprendo, lo entiendo porque lo amo.

León Tolstói

No hay nobleza en la pobreza. He sido un hombre rico y un hombre pobre. Y escojo la vida de rico a cada maldito momento. Al menos como un hombre rico encaro mis problemas y los meto atrás de una limosina usando un traje de $2.000 dólares y un reloj de $4.000 dólares.

Leonardo DiCaprio

El 28 de diciembre nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año.

Mark Twain

Es necesario sembrar para el futuro.

Napoleón Bonaparte

Convierte tu muro en un peldaño.

Rainer Maria Rilke

Las mujeres están dominando en la música ahora mismo, porque somos seres muy competitivos.

Rihanna

El amor tiene efectos muy diversos; primero ablanda el alma, luego la enferma. Pero más tarde ésta siente el fuego verdadero del amor divino, y grita, y se lamenta, y es como piedra que en el horno se calcina, y se deshace y crepita lamida por las llamas.

Umberto Eco

Otoko seguía amando a Oki. ¿Pero era posible que esos amores hubieran permanecido inalterables desde los tiempos en que habían sido una realidad tangible? ¿No cabía la posibilidad de que algo de esos mismos amores se hubiera transformado sutilmente en amor por si misma?

Yasunari Kawabata