Frase de Nicolás Boileau

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Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados, sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.... - Nicolás Boileau

Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados, sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.

Nicolás Boileau

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Algunas veces se descuida el entendimiento, para que se divierta la esperanza con lo que sueña la imaginación.

Antonio de Solís y Ribadeneyra

No hay ventaja alguna en conocer el futuro; al contrario, es doloroso atormentarse sin provecho.

Cicerón

Aquél que se ama a sí mismo, no tiene rival alguno.

Dale Carnegie

Sin que nosotros podamos impedirlo, el velo que recubre ese espectáculo llamado vida se desgarra en miríadas de copos ilusorios y, de todo cuanto se desarrollaba ante nuestros ojos, no quedan ya ni tan siquiera las sombras de una quimérica realidad.

Emil Cioran

Uno no puede ser normal y ser músico, no interesa para nada.

Fraco De Vita

El secreto para hacerse agradable en las conversaciones es no explicar demasiado las cosas; decirlas a medias, dejando algo para que lo adivinen los demás, es una señal de la buena opinión en que se los tiene, y no hay cosa que más halague su amor propio.

François de La Rochefoucauld

Hay amor propio en el amor como hay interés personal en la amistad.

George Sand

Cerrad vuestros corazones con más cuidado que vuestras puertas.

Goethe

¿Qué es la gloria? Conseguir que se digan muchas majaderías a cuenta de un hombre.

Gustave Flaubert

Pretender hacer ciertas cosas inciertas mediante la razón, es como intentar volverse cuerdamente loco.

Irvin D. Yalom

Nuestra psicología se construye sobre pocos seres: elegid bien al que se ama o al que se odia.

Jean Rostand

Nostalgia de una infancia que es historia, en mi memoria un ayer tan lejano que no volveré a vivir.

Nach

A los señores españoles les digo que la puerta es bien ancha.

Nicolás Eyzaguirre

Las leyes están para que el poderoso no pueda todo.

Ovidio

El primer rey fue un soldado afortunado; el que sirve bien a su patria no necesita antepasados.

Voltaire