Frase de Virgilio

← Anterior Siguiente →
Feliz el hombre que ha pisoteado todos sus temores y puede reír ante la proximidad de la muerte que todo lo vence.... - Virgilio

Feliz el hombre que ha pisoteado todos sus temores y puede reír ante la proximidad de la muerte que todo lo vence.

Virgilio

Todas las frases de Virgilio →

Explorar Frases

¡Hay tanta gente infeliz con su vida!

Annette Bening

Pertenezco más bien a la especie de los memorialistas, los que se ponen a escribir a los setenta años y hablan de su madre o de su padre, o de alguien que conocieron a los dieciséis años, y al hacerlo comprueban que están melancólicos o alegres por dentro.

Antonio Alatorre

Se es más esclavo de los débiles que de los fuertes.

Enrique Jardiel Poncela

La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.

Francisco de Quevedo

El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.

Friedrich Nietzsche

¡Oh, Musa, para tus verdaderos hijos hoy es mañana!

Jean Moréas

Eres desgraciado, culpas a la otra persona, todo se deteriora y acabas rompiendo. Ya está.

Julie Delpy

La anarquía es la menos estable de las estructuras sociales.

Larry Niven

La guitarra me ha ofrecido la capacidad de poder expresarme con el resto del mundo sin utilizar la palabra.

Paco de Lucía

Ella se enroscó ajustándose a la parte delantera de mi cuerpo con asombrosa facilidad, como si estuviera hecha para encajar en mí.

Patrick Rothfuss

La gente que no necesitaba a la gente necesitaba a la gente a su alrededor para que se supiera que era el tipo de gente que no necesitaba a la gente.

Terry Pratchett

Porque esa distinción entre temporal y poder espiritual es mera palabrarería.

Thomas Hobbes

Recuerde que el mercado de valores es maniaco-depresivo.

Warren Buffett

Lloramos al nacer, por tener que entrar en este gran escenario de locos.

William Shakespeare

La experiencia me enseñó que era imposible afianzar a los laicos en la verdad, a menos que se les presentara con claridad la Escritura en su lengua materna para que pudieran percibir la esencia, el orden y el significado del texto.

William Tyndale